NO HAY CESION, LO QUE SE DA ES UNA TOMA U OCUPACIÓN
¡Ojo, Territorio minado!
Bogotá. Agosto 11 de 2009 Por Jerga. 1ipb.wordpress.comPalanquero, la expansión como resultado de la servidumbre. (F.R, Cambio)
Compañeras y compañeros Latinoamericanos.
Reconocerles su preocupación, solidaridad y esmero en la situación que como pueblo colombiano estamos sufriendo y mejor aún, cuando se ha ido entendiendo que la imposición del «nuevo orden colonial» es para todo Latinoamérica. Por ello he revisado el término CESIÓN, usado por varios articulistas para definir la naturaleza de las bases militares en territorio colombiano y llego a la conclusión de que no es indicado usarlo en este caso, puesto que lo que se viene dando es una OCUPACIÓN O TOMA de específicos territorios. Claro que no es nuevo, se presenta desde 1903 (robo del Dpto de Panamá) y hoy se ha incrementado con el Plan Colombia.
El Pentágono (garantía militar para el desarrollo del capital multinacional) bajo su estrategia de «Guerra Perpetua» no hace convenios con nadie, implementan un excusa y con ella desarrollan toda una política ocupacional. Basten los siguientes ejemplos recientes de Panamá, Haiti, Afganistán, Georgia, Irak, etc.; Observen la implementación de las «llamadas bases lotos» (móviles) que se extendieron en todo el mundo después del 11 de septiembre de 2001 y que han sido utilizadas como mazmorras para torturar y encarcelar disidentes; las 823 bases que imponen en 130 países; la navegación de su cuarta flota en aguas del caribe sin que exista poder de la ONU u OEA que se pronuncie al respecto.
Llamar SECION a este camino perverso de la ocupación militarista, del espionaje y el terrorismo imperial, sería elevarlo a la categoría de «acuerdo binacional ajustado al derecho de partes iguales” y eso es precisamente lo que no es, niega y desconoce. Recuerdo, el imperio y sus secuaces no hacen «acuerdos», hacen ocupaciones y posesiones.
Igual recordarles que, son más de 7 las ocupaciones de la oligarquía gringa en Colombia. Además de las mencionadas, miren la ocupación de Tumaco, del Urabá Chocoano, de los inmensos terrenos que ocupa el bunker del Virrey William Brownfield en Bogotá y pertenecientes al Hospital San Juan de Dios. (Este Virrey fue el mismo que dirigió la invasión de Panamá en 1989, asesinando a más de 8 mil panameños y bombardeando el barrio el Chorrillo, en el centro de la ciudad en 1989). Otra ocupación que realizan es la triangulación que forman en el sur del País, el río Güainia, el Orinoquía y el Amazonas; que ya son más de 800 los oficiales militares que operan en territorio nacional; dejándoles a ustedes la tarea de averiguar los intereses que manejan en el aeropuerto de Güaymaral y el Dorado de Bogotá; que a esto se le deben sumar las 18 agencias de inteligencia internacional operando las 24 horas sobre suelo Colombiano, según recientes reportes de prensa. Incluyendo unos 6 o 7 equipos de mercenarios gringos, ingleses, franceses e israelitas que van a la vanguardia de la provocación, el saboteo, el tráfico y el asesinato, convertidos en la 5ª Fuerza Armada del Pentágono, antes que el Ejército, la Armada , la Fuerza Aérea y los Marines…. Sevicia suficiente para justificar una inversión de 5 mil millones de dólares y 46 millones más para reacondicionar Puerto Salgar sobre el Rió Magdalena, de modo que Palanquero quede con tanto aire, sol y agua como el que necesita el grupo Bilderberg para consolidar su Plan de Ordenamiento Territorial en todo Suramérica.
Finalmente, invitarlos a entender la magnitud de la “Guerra Perpetua” leyendo el libro de Jeremy Scahill, “Blackwater” y darle sentido a la expresión de Rafael Pardo exministro de guerra colombiano quien fue uno de los pioneros en la implementación del Plan Colombia. Ha dicho a varios periodistas: “Una vez se otorga la base, uno no sabe qué se va a hacer con eso”. Frase que nos traslada a la siguiente pregunta-reflexión: ¿en la “guerra preventiva y perpetua contra el terrorismo” que se inventó e impone el Pentágono, aplica regla alguna, ética o conducta que impida la mentira y la suplantación de emblemas humanitarios?, ¿y que lo justifique como método de ataque? Difícil creer en su acatamiento o limitaciones a un acuerdo o convenio bajo derecho, cuando las experiencias últimas de Kosovo, de Beirut, de Irak, de la “operación Jaque”, de Venezuela, de Guantánamo y de las dos zonas secretas en la base de Soto Cano, nos dicen como un aviso grande enmarcado en una tétrica calavera, ¡Ojo, territorio minado!
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INICIATIVA POPULAR BOLIVARIANA 