COORDINACIÓN DE ORGANIZACIONES SOCIALES
BOGOTÁ-CUNDINAMARCA
Pronunciamiento público
Saludamos con fervor, entusiasmo y esperanza esta nueva oleada de resistencia, exigencia y unidad que camina por toda Colombia. La valoramos como la expresión urgente de un anhelo hacia la justicia social y la vida en dignidad.
«Si se hiciera un minuto de silencio por cada uno de los muertos, torturados y
desaparecidos en los últimos 60 años en Colombia, tendríamos que permanecer
callados 2 años continuos». (Renán Vega Cantor).
Razonables, justas y oportunas las protestas y movilizaciones que los diferentes sectores sociales e informales, empleados oficiales, trabajadores corteros de caña, indígenas, campesinos, profesores, estudiantes, vivienditas, lecheros y desplazados, vienen realizando en diferentes regiones del país. Clara muestra de una realidad que venía siendo mancillada y ocultada con la “borrachera mediática” y los íconos de la mafia, la barbarie y la corrupción. Este es el país nacional que clama justicia social, verdad, dignidad y un ejercicio real de Estado Social de Derechos.
Tendríamos que retomar hoy la reflexión del educador Samuel Robinson, “Moral y Luces son nuestras primeras necesidades” para intentar entender la magnitud de la tragedia socio-económico que nos agobia hoy a los colombianos. Precisamente por desatender estos principios y dejar la salud de la República a merced del mercado, la mezquindad y lucro personal es que nos hundimos en la más tenebrosa y vergonzante guerra fratricida. Mercado que se hunde cada día más en una profunda crisis financiera como muestra de su perversidad y cinismo. Mercado que coloca en condición laboral esclavizante a mujeres, hombres y niños, pero que se ha oficializado al nivel de políticas públicas.
Quien tenga un mínimo de sentido humanista no puede concebir que toda expresión sensible de la naturaleza, empezando por la vida misma, se pueda comprar y vender en el juego vulgar de la bolsa mercantil. Es esta condición la que históricamente nos han impuesto los gobiernos tradicionales del país en consonancia con la moda internacional. Privatizan el agua, los páramos, los bosques, achican la frontera agrícola y destinan tierras fértiles para la producción de biomasa – Etanol-, utilizan la “Institucionalidad” bajo el “derecho de preferencia” y conceden a las transnacionales el uso comercial de toda la infraestructura en servicios públicos, vías, espacio público, bienes culturales e históricos, etc.
Riqueza, historia, patrimonio y territorio colombiano saqueados bajo el silencio cómplice de sectores políticos, (incluso aquellos que bajo el cuento de izquierda han ejercido gobiernos locales), jurídicos, militares, religiosos, ongs y causando en el pueblo más empobrecimiento, hambre, desplazamiento, desaparición forzada, exilio, amenazas, masacres, miedo e ignorancia.
Saludamos con fervor, entusiasmo y esperanza esta nueva oleada de resistencia, exigencia y unidad que camina por toda Colombia. La valoramos como la expresión urgente de un anhelo hacia la justicia social y la vida en dignidad.
Reciban nuestro fraternal abrazo de hermanos y compatriotas jugados por y en la misma Minga. Porque como lo definiera un indígena sabiamente, “MINGA ES UNIDAD”. Complementaríamos diciendo que cuando hablamos de Minga hablamos de trabajadores corteros, obreros de colpuertos, aduanas, transportadores, es decir MINGA ES HUMANIDAD.
Ustedes y nosotros somos la reserva viva y actuante de moral y luces que requiere el momento histórico de Colombia.
Que la impunidad con que ha florecido la criminalidad Estatal no quede como un hecho mediático más. Que la mentira y el miedo sean derrotados por la constancia y la lucidez de la verdad. Que sus ideólogos y financiadores sean mostrados, juzgados y castigados al nivel de sus crímenes.
Por la justicia social en Colombia, la verdad y la vida en dignidad un permanente caminar de humanidad y unidad.
Organizaciones sociales de Bogotá-Cundinamarca
Noviembre 22 de 2008